
Tiene planta de cruz latina, tipo basilical, con tres naves de seis tramos, amplio crucero y cabecera con tres ábsides semicirculares, más profundo y ancho el mayor. Debajo de estos triple cripta, según modelo único, con bóvedas de cañón. A los pies la fachada occidental imitando la de la catedral local, con pórtico cubierto con bóveda octopartita entre dos torres, inacabadas, con el remate de la norte del siglo XIV. Otro pórtico se sitúa en el costado sur, ya del siglo XIII, con esbeltos pilares formados por columnas adosadas que reciben arcos de medio punto.
La cabecera, de gran esbeltez por la cripta, se ilumina con ventanas de arcos de medio punto decoradas con arquivolotas con ajedrezado, al exterior entre con columnas adosadas y en el interior se disponen arcuaciones ciegas; los ábsides se cubren con bóvedas de horno. Los tramos de las naves se separan por pilares cruciformes románicos con columnas adosadas, la central se cubre en estilo protogótico con bóvedas de crucería sencilla y tiene triforio formado por arcos rebajados con dobles vanos sobre columnillas y con bóvedas de semiarco escarzano, las laterales con bóvedas de arista. El crucero se cubre con cimborrio de finales del siglo XIII, al interior con cubierta de bóveda octogonal sobre arcos en las esquinas, al exterior de dos cuerpos separados por una imposta, el superior con una ventana en cada frente con arcos apuntados y doble hueco separado por mainel.
En las obras de época románica se aprecian importantes labores escultóricas pertenecientes a tres grandes maestros de otros tantos períodos. Al primero corresponde la portada del lado sur con arquivoltas de medio punto decoradas con baquetones y temas florales y con el relieve de la Anunciación. Al segundo la portada occidental, en la que se le adscriben la imagen de Dios del parteluz y los relieves semicirculares del tímpano con los temas de la Parábola de Lázaro y Epulón. El tercer maestro es el autor del cenotafio de los Santos Mártires titulares, en el interior. Notable es la colección de capiteles, lucillos y canecillos que decoran las cornisas. Entre las obras muebles destacan las rejas románicas, la tabla del Abrazo ante la puerta dorada, del Maestro de Ávila, y el sepulcro de San Pedro del Barco, según proyecto de Juan Gómez de Mora (1609).
Autor: C. Rodicio Rodríguez
Fuente: Dirección General de Patrimonio Cultural
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